Claves para dar el salto a la nube con éxito

El concepto básico de la nube es simple: esencialmente se refiere a todos los servidores virtuales en centros de datos de todo el mundo que alojan el software, las bases de datos y los servicios en los que confían las organizaciones para realizar negocios. Sin embargo, en realidad, la nube puede ser bastante compleja.

Las empresas que están en la nube ya no necesitan poseer o mantener un centro de datos físico o un sistema de servidores. Estos elementos se subcontratan al proveedor cloud, por ejemplo, Microsoft o Amazon. Del mismo modo, no necesitan alojar ni administrar su propia infraestructura o servicios de software, porque estos también se pueden entregar a través de la nube. Si está en la nube, sus empleados y clientes pueden acceder a su infraestructura de TI desde cualquier lugar, en cualquier dispositivo que autorice.

El objetivo de este cambio de paradigma hacia la nube es ofrecer ahorros de costos y ganancias operativas para el negocio. La nube puede permitirle simplificar su organización para que se adapte a sus objetivos empresariales. Puede optimizar su software e infraestructura, lo que liberará recursos y le ahorrará dinero.

Pero de lo que se han dado cuenta todas las empresas que han adoptado al menos algún tipo de tecnología en la nube es de lo siguiente: no se puede migrar a la nube con solo pulsar un botón. La infraestructura de TI utilizada por las empresas de nivel empresarial es compleja, y, como tal, cualquier movimiento a la nube necesariamente implicará un nivel de complejidad que requerirá una planificación detallada, actualizaciones de personal y una experiencia externa significativa. No hay un botón de acceso directo para la digitalización.

 

Metodología de migración a la nube de Crayon

Cualquiera que sea su razón para adoptar la nube (ahorro de costes, optimización comercial, mayor seguridad), necesitará un enfoque de marco y una metodología de migración probada. Tendrá que comprender la complejidad de lo que está a punto de abarcar y tendrá que comprender plenamente las fortalezas y debilidades de la totalidad de su operación actual. El marco de adopción de la nube de Crayon lo ayuda a superar esta complejidad al permitirle evaluar sistemáticamente las diferentes capas de su infraestructura de TI para medir su preparación general para la nube.

El plan consta de cuatro etapas:

1.     Una fase de evaluación profunda: evaluación de las cargas de trabajo y la madurez del software y las aplicaciones para evaluar la preparación para la nube

2.     Una fase de planificación y evaluación: planificación de la estrategia en la nube, migración de cargas de trabajo y planificación de la hoja de ruta, modernización de aplicaciones

3.     Una fase de implementación/migración. Aquí es donde se establece la prueba de concepto, se establece una zona de aterrizaje en la nube y se migran sus (primeras) aplicaciones y cargas de trabajo

4.     Operar en la nube. Esta es la fase en la que se cosechan los beneficios de la nube: Crayon se enfoca en la excelencia operativa, optimiza el consumo de costes y mejora la seguridad.

El objetivo de la metodología probada de migración a la nube de Crayon es permitirle tomar decisiones informadas en cada paso del camino. Le dará respuestas sobre el tipo de arquitectura en la nube que necesita, el tipo de administración de sistemas que necesita y los requisitos de habilidades de sus gerentes y desarrolladores.

La complejidad de calcular los costes, el acceso, las aplicaciones, las licencias, el administrador del sistema y la seguridad se abordan de manera lógica, a su vez, para garantizar que la solución entregada deje a su empresa lista para el futuro cuando se complete la migración. Por último, la plataforma de autoservicio Cloud-iQ es la base operativa de la que extraerá los beneficios transformadores y de ahorro de costes de la nube.