Se espera que el gasto en la nube se recupere a tasas de crecimiento de dos dígitos

Según datos de IDC, el gasto en productos de infraestructura de computación y almacenamiento para implementaciones en la nube, incluidos entornos de TI dedicados y compartidos, aumentó un 18,5% año tras año en el cuarto trimestre de 2023, hasta los 31.800 millones de dólares. El gasto en infraestructura en la nube continúa superando al segmento fuera de la nube; este último creció un 16,4% hasta los 18.900 millones de dólares. El segmento de infraestructura en la nube experimentó una disminución de las unidades vendidas del 22,8% en el trimestre, con un aumento en los precios medios de venta promedio relacionados principalmente con la demanda de unidades de procesamiento para servidores más altas de lo habitual de los hiperescaladores.

"El gasto en infraestructura cloud continúa acelerándose hacia configuraciones más robustas impulsadas principalmente por la explosión de inversiones relacionadas con la IA", afirma Juan Pablo Seminara, director de investigación de Worldwide Enterprise Infrastructure Trackers de IDC. "Aunque sigue habiendo cierta cautela en el aspecto sociopolítico, la mejora de las perspectivas económicas contribuye a unas perspectivas de gasto muy positivas para 2024 y 2025, donde se espera que el gasto basado en la nube se recupere a tasas de crecimiento de dos dígitos".

Para 2024, IDC pronostica que el gasto en infraestructura en la nube crecerá un 19,3% en comparación con 2023 hasta alcanzar los 129.900 millones de dólares. Se espera que la infraestructura fuera de la nube disminuya un 1,4% a 57.600 millones de dólares. Se espera que la infraestructura de nube compartida crezca un 21,6% año tras año hasta alcanzar los 95.300 millones de dólares durante todo el año, mientras que se espera que el gasto en infraestructura de nube dedicada tenga un crecimiento sólido del 13,3% en 2024 hasta los 34.600 millones de dólares durante todo el año.

El pronóstico de crecimiento moderado para la infraestructura fuera de la nube, que se prevé que disminuya un 1,4% año tras año en 2024, refleja la expectativa de que el mercado aún enfrenta algunos desafíos. El gasto en la nube seguirá siendo muy positivo debido a las cargas de trabajo de misión crítica nuevas y existentes, que a menudo requieren sistemas de gama alta orientados al rendimiento.