El éxito del canal en 2023 pasa por la nube híbrida

Pero como todo proyecto IT este recorrido no puede desarrollarse bajo un modelo big bang. El camino hacia el entorno híbrido se inicia con la modernización y el mantenimiento adecuado de los recursos que existan en el datacenter corporativo para su posterior desbordamiento hacia la nube pública a través de la contratación de los servicios cloud que ofrecen los distintos hiperescaladores.

Un enfoque correcto del impacto que tiene la nube híbrida permitirá desplegarla ajustándose a las necesidades que tienen hoy en día las organizaciones. En este sentido, su atractivo en la actualidad se basa no solo en las ventajas operativas y de consumo que proporciona, sino también porque permite afrontar en mejores condiciones los desafíos energéticos y de provisión de hardware a los que se enfrentan las empresas.

De hecho, si la transición a los entornos híbridos se ha acelerado en 2022 se debe, en muy buena medida, a que los datacenters están actualmente sujetos a costes energéticos altos e inestables. El consumo de recursos en la nube pública permite ahorrar gastos eléctricos derivados de la alimentación y la refrigeración de los activos físicos. A esto se une la dificultad que está suponiendo reemplazar y actualizar equipos clave, como servidores y networking, debido a los retrasos en la cadena de suministro global de chips.

 

Apoyo continuo a los partners como palanca de la transición digital

La demanda de entornos de nube híbrida por parte de las organizaciones va a ser una de las principales tendencias IT de 2023. Esa transformación digital que necesitan para ser competitivas exige que el canal esté especializado en múltiples aspectos, tecnologías, procesos, entornos... Eso supone atesorar conocimientos, experiencias y profesionales que, por lo general, sobrepasan las posibilidades de la mayoría de los partners. Ahí es donde cobra valor contar con el acompañamiento continuo de un mayorista como Crayon que, además de darles acceso a los activos tecnológicos más innovadores, pone a su disposición toda esa especialización y el equipo humano que a ellos les falta.

A recursos exclusivos como la aplicación de autoservicio en la nube Cloud-iQ o el módulo Financial Operations, se suma una hoja de ruta de transición a la nube pública enfocada al acceso a nuevas oportunidades de negocio, principalmente, a través de la optimización de costes de IT. Esta planificación incluye desde la valoración de la infraestructura existente a la realización de pruebas de concepto, el despliegue, el mantenimiento, la optimización continua y el aprendizaje y la aplicación de nuevas tecnologías.

Con todas estas herramientas a su alcance, el canal sí puede asegurar su valor como palanca de la transición digital de las organizaciones, convirtiéndose en un eslabón clave de esta.